Protesta social, racismo, discriminacion sexual, muralistas de san francisco

En esta oportunidad Luisa Elena Betancourt mencionó que para estudiar el post modernismo se debía empezar por el movimiento feminista, debido a la gran importancia de los aportes y legados de las mujeres artistas, quienes con sus obras marcaron el comienzo de la segunda mitad del siglo pasado.

Según Betancourt, dichos trabajos exploran las experiencias propias de lo femenino, las diferencias sexuales, las discriminaciones raciales y las diferentes facetas del ser. Los cambios en la manera de pensar con respecto al arte que se produjeron en la mitad del siglo pasado han sido tan relevantes y trascendentales que es de suma importancia estudiar y analizar los factores influyentes que ayudaron a introducir dichos cambios.
Hasta aquel momento los hombres artistas tenían ganados de forma exclusiva los espacios; mientras que los otros grupos de artistas: mujeres, mujeres negras y latinas, hombre negros, los latinos y el resto, los gays y lesbianas, enfrentaba cada uno una problemática diferente, formándose así varios conjuntos aislados. La convulsión de la década de los 60s, los derechos civiles, las protestas anti-guerra, la aparición de los hippies, el movimiento de revuelta estudiantil, la revolución sexual y las políticas izquierdistas, propiciaron el contexto en el cual se interconectaron el racismo, la discriminación sexual y el poder institucional, lo que trajo como consecuencia un movimiento poderoso e imparable.

La catarsis de las artistas por medio de sus trabajos de arte, sobre todo el de las mujeres negras, las cuales tenían doble problema: el problema étnico y el ‘problema’ de ser mujer. Se habían separado de las artistas blancas, y entre las de color mismas también había discriminación.

Se formaron protestas en todas las universidades norteamericanas, los indios Nativos-Americanos también protestaron y ocuparon la isla de alcatraz en una manifestación. Las calles de San Francisco estaban repletas de murales y cada espacio disponible estaba tomado por graffitis.

Cuenta Lucy Lippard en su libro Mixed Feelings que junto a Faith Reinggold y otras artistas de color, falsificaron una nota de prensa, y una invitación para una gran exposición en el Museo Whitney. Llevarón unos pitos enloqueciendo a los guardias del museo y llenaron los espacios de huevos crudos y tampax, escribiendo en los espejos de los baños con lapiz lapial “50% mujeres artistas y 50% mujeres de color”.
Entre las diapositivas mostradas por Betancourt en esta oportunidad, resaltaron las referentes a los trabajos de: Betye Saar (La Liberación de Aunt Jemima, 1972), Carrie Mae Weems “mirándose al espejo, la mujer negra pregunta: espejito, espejito que estás en la pared, cual es la mujer mas bella de todas, el espejo responde: “blanca nieves puta negra, y no lo olvides.”

Cabe destacar que el modernismo dominante hasta ese entonces se mostraba como el creador y su obra de arte como lo único que importaba; en el postmodernismo (o la contemporaneidad) una de las características es mostrarse como un triángulo: artista, obra de arte y espectador. Las mujeres artistas fueron pioneras e introdujeron los trabajos en colectivo ya que a través de los mismos, contaban sus historias personales. Lo privado se hizo público y se convirtió en político.

Suzanne Valadon – Alimentaba a un chivo con sus dibujos fallidos

Tuvo una infancia muy pobre. Nació hija ilegitima de una lavandera, oficio que ella misma desempeñó hasta que pasó a vivir en el bohemio Montmartre en París, donde se unió a un circo como trapecista a los 16 años. Su corta carrera de acróbata terminó con una caída que casi la deja paralítica.

La hermosa Suzzane Valadon, al dejar el circo, decidió ser modelo de artistas como Dégas, Toulouse-Lautrec, Renoir y Puvis de Chavanes. Con todos ellos mantuvo relaciones amorosas. Con el compositor Eric Satie mantuvo una intensa relación que duró de enero a junio de 1893. Esta sería la única relación amorosa que se conoció de Satie.

Degas le aconsejó que se convirtiera en pintora, cosa que logró con cierto éxito. Expuso sus cuadros a comienzos de la década de 1890 y en 1894 fue admitida a la Sociedad Nacional de Bellas Artes de Francia. A pesar de su éxito, Suzanne vivió siempre a la sombra de su hijo pintor nacido en 1883 – cuya paternidad nunca fue revelada. El niño nació con el nombre de Maurice Valadon pero luego de joven adoptó el nombre de familia de un gran amigo y se convirtió en Maurice Utrillo, conocido artista de Montmartre.

Suzanne luego contrajo matrimonio con el corredor de bolsa Paul Mousis en 1896; tres años más tarde lo dejó para vivir con el pintor André Utter, 20 años más joven que ella. En 1914 contrajo matrimonio con Utter.
Valadon se especializó en pintar figuras femeninas desnudas con un desparpajo que causó conmoción en el París de la época. Fue una artista de espíritu libre, usaba un corsage de zanahorias; mantenía un chivo en su estudio para que se comiera sus dibujos malos y alimentaba a sus gatos con caviar todos los viernes como “buenos católicos”.
Cuando murió, el 07 de abril de 1938, su funeral en el cementerio parisino Saint-Ouen fue muy concurrido, entre los asistentes se encontraban George Braque, André Derain y Pablo Picasso.

Luisa E. Betancourt
Es directora/fundadora del Centro Multidisciplinario de Arte Contemporáneo (CEMAC). Obtuvo el título de Master of Fine Arts bajo el programa Beca Fulbright. Es artista multidisciplinaria e investigadora de arte.

La mujer y el poder de su arte

Continuamos con el seguimiento del seminario “la mujer y el poder de su arte”, impartido por Luisa Elena Betancourt. En su tercera charla sacudió a los asistentes con la pregunta: “¿Dónde están las mujeres artistas en el transcurso de la historia?”

Esta interrogante fue el punto de partida para una discusión que plantea la posición de la mujer, sus aportes al arte y a la sociedad. También nos lleva a averiguar si hubo alguna mujer artista destacada durante los siglos XV y XVI.

La charla se basó en Linda Nochlin quien fue la primera fémina en organizar un curso sobre“La Mujer en el Arte” en 1969. Después de investigaciones rigurosas salen a la luz pública trabajos de mujeres artistas en el renacimiento como: Sofonisba Angoissola, a quien el duque de Alba introduce en la corte española junto con Tissiano. Mencionó Betancourt que la mujer artista de los siglos XV y XVI pertenecían en su mayoría a la burguesía.

La mujer más importante del renacimiento fue Artemisia Gentileschi quien fue violada por uno de sus maestros, se hizo un gran juicio para demostrarlo. Como artista, tenía influencia de Carvaggio, (la violencia y el claro-oscuro). También hay que destacar a la artista italiana Elizabetta Sirani quien muere a los veintisiete años dejando en su haber 150 pinturas, sus trabajos mostraban mujeres heroicas. Tuvo que probar su virtud pintando en publico.

Luisa Elena mencionó a Judith Leyster, Mary Emily Osborn y Rosa Bonheur que pintaba escenas de caballos, vacas, perros, etc.

Elizabeth Thompson, artista inglesa, pintaba el mundo de la guerra, mundo de hombres. Por último se habló de Clementina (Lady Hawarden) primera fémina fotógrafa, dejó ochocientas fotografías tomadas en un lapso de ocho años.

Entre los asistentes a la charla surgió un interesante intercambio de opiniones con cierto revuelo, sobretodo cuando quedaron al descubierto diferencias generacionales, sociales, culturales y morales de lo que es o debe ser una mujer. “Uno es feminista en el momento en que se concientiza” comentó Luisa Elena.

¿POR QUÉ NO HAN HABIDO GRANDES MUJERES ARTISTAS?

Pregunta que lanzó Linda Nochlin (1973) como título de un largo y complejo artículo ya hoy convertido en clásico, la cual desató investigación profunda entre artistas, investigadoras e historiadoras, tratando de buscar la respuesta. Fue su contribución a la explosión del feminismo en las Artes Visuales.

Fijando la Cámara

Ayer fue un día de peripecias. Estoy filmando un video promocional para mi próxima exposición en Nueva York en Febrero 2012. El pequeño detalle es que la persona que lo hará vive en Nueva York y yo en Maracaibo. Me envía instrucciones que debo hacer, como debo fijar el menú de la cámara, donde me debo situar, hacia donde debo mirar, y me debo filmar yo misma hablando como si fuera una entrevista respondiendo las preguntas que me hace.

Todo suena muy bien y fácil. Lo único que al comenzar hablar se me desaparece de la mente toda la información. Se forma un blanco en la memoria. Comiquisima la situación. Esta imagen es de practica para ver donde debo situarme.
Ya para las 3 pm solucioné la situación con una copa de vino. Luego todo fluyó.

En el Museo Lia Bermúdez

Aqui estoy en pleno taller sobre arte y su relacion con el tiempo contemporaneo.

Esto se llevo a cabo en el Museo Lia Bermúdez de Maracaibo en el marco de la exposicion “Huellas de Vida”

Feliz

Hoy 4 de Agosto comienza un día caluroso en Maracaibo. No siempre tengo ganas de trabajar en mi arte. Son mas las horas pasadas en linea que las pasadas en taller. Debo preparar telas de lino para los cuadros que van a la galería Ágora de Nueva York. Pero, como decía Wagner, me debo retirar un tiempo al ocio para tomar fuerzas y hacer un trabajo significativo.

Tengo huéspedes en casa y es difícil concentrarme en el trabajo.
Yo confieso que me sorprendí cuando vi el numero de visitantes que este sitio ha tenido, algo asi como 5.400. Claro, las personas caen aquí mientras pasan las paginas de los diferentes blogs. De todas maneras me sorprendí. Es un estimulo para escribir y presentar imagenes. Sin pretensiones literarias, solamente como documentacion del día a día de una artista.
Soy absolutamente feliz.