Suzanne Valadon – Alimentaba a un chivo con sus dibujos fallidos

Tuvo una infancia muy pobre. Nació hija ilegitima de una lavandera, oficio que ella misma desempeñó hasta que pasó a vivir en el bohemio Montmartre en París, donde se unió a un circo como trapecista a los 16 años. Su corta carrera de acróbata terminó con una caída que casi la deja paralítica.

La hermosa Suzzane Valadon, al dejar el circo, decidió ser modelo de artistas como Dégas, Toulouse-Lautrec, Renoir y Puvis de Chavanes. Con todos ellos mantuvo relaciones amorosas. Con el compositor Eric Satie mantuvo una intensa relación que duró de enero a junio de 1893. Esta sería la única relación amorosa que se conoció de Satie.

Degas le aconsejó que se convirtiera en pintora, cosa que logró con cierto éxito. Expuso sus cuadros a comienzos de la década de 1890 y en 1894 fue admitida a la Sociedad Nacional de Bellas Artes de Francia. A pesar de su éxito, Suzanne vivió siempre a la sombra de su hijo pintor nacido en 1883 – cuya paternidad nunca fue revelada. El niño nació con el nombre de Maurice Valadon pero luego de joven adoptó el nombre de familia de un gran amigo y se convirtió en Maurice Utrillo, conocido artista de Montmartre.

Suzanne luego contrajo matrimonio con el corredor de bolsa Paul Mousis en 1896; tres años más tarde lo dejó para vivir con el pintor André Utter, 20 años más joven que ella. En 1914 contrajo matrimonio con Utter.
Valadon se especializó en pintar figuras femeninas desnudas con un desparpajo que causó conmoción en el París de la época. Fue una artista de espíritu libre, usaba un corsage de zanahorias; mantenía un chivo en su estudio para que se comiera sus dibujos malos y alimentaba a sus gatos con caviar todos los viernes como “buenos católicos”.
Cuando murió, el 07 de abril de 1938, su funeral en el cementerio parisino Saint-Ouen fue muy concurrido, entre los asistentes se encontraban George Braque, André Derain y Pablo Picasso.

Luisa E. Betancourt
Es directora/fundadora del Centro Multidisciplinario de Arte Contemporáneo (CEMAC). Obtuvo el título de Master of Fine Arts bajo el programa Beca Fulbright. Es artista multidisciplinaria e investigadora de arte.

La mujer y el poder de su arte

Continuamos con el seguimiento del seminario “la mujer y el poder de su arte”, impartido por Luisa Elena Betancourt. En su tercera charla sacudió a los asistentes con la pregunta: “¿Dónde están las mujeres artistas en el transcurso de la historia?”

Esta interrogante fue el punto de partida para una discusión que plantea la posición de la mujer, sus aportes al arte y a la sociedad. También nos lleva a averiguar si hubo alguna mujer artista destacada durante los siglos XV y XVI.

La charla se basó en Linda Nochlin quien fue la primera fémina en organizar un curso sobre“La Mujer en el Arte” en 1969. Después de investigaciones rigurosas salen a la luz pública trabajos de mujeres artistas en el renacimiento como: Sofonisba Angoissola, a quien el duque de Alba introduce en la corte española junto con Tissiano. Mencionó Betancourt que la mujer artista de los siglos XV y XVI pertenecían en su mayoría a la burguesía.

La mujer más importante del renacimiento fue Artemisia Gentileschi quien fue violada por uno de sus maestros, se hizo un gran juicio para demostrarlo. Como artista, tenía influencia de Carvaggio, (la violencia y el claro-oscuro). También hay que destacar a la artista italiana Elizabetta Sirani quien muere a los veintisiete años dejando en su haber 150 pinturas, sus trabajos mostraban mujeres heroicas. Tuvo que probar su virtud pintando en publico.

Luisa Elena mencionó a Judith Leyster, Mary Emily Osborn y Rosa Bonheur que pintaba escenas de caballos, vacas, perros, etc.

Elizabeth Thompson, artista inglesa, pintaba el mundo de la guerra, mundo de hombres. Por último se habló de Clementina (Lady Hawarden) primera fémina fotógrafa, dejó ochocientas fotografías tomadas en un lapso de ocho años.

Entre los asistentes a la charla surgió un interesante intercambio de opiniones con cierto revuelo, sobretodo cuando quedaron al descubierto diferencias generacionales, sociales, culturales y morales de lo que es o debe ser una mujer. “Uno es feminista en el momento en que se concientiza” comentó Luisa Elena.